La historia se ha contado un millón de veces. Una chica guapa que llega a alguna ciudad grande desde su pequeño pueblo del interior de Estados Unidos, para convertirse en una estrella. Quiere ser actriz, modelo, cantante, cualquier cosa con tal de salir de ese pueblo que obviamente se queda muy pequeño para ella. Posee ese encanto especial que hace que todos en su localidad estuvieran enamorados de ella… pero entonces descubre que no es tan especial. Cuando pisa Nueva York se da cuenta de que hay miles como ella, igual de guapas, igual de sexys, e incluso más talentosas. Si está en Los Ángeles ocurre lo mismo, multiplicado por diez. La chica tiene que empezar a trabajar de cualquier cosa para poder pagar su habitación, sus facturas, sus clases… Y es entonces cuando acepta ese puesto en el club de striptease de la esquina para bailar por un puñado de dólares.
Es algo que hemos visto muchas veces en las películas, pero que ocurre también en la vida real. Porque este tipo de historias son más comunes de lo que podríamos imaginar, y se dan prácticamente cada día. Son miles las chicas que llegan con sueños de convertirse en alguien en la industria, pero terminan sucumbiendo ante esa devoradora carnicería que es el mundo del espectáculo. La mayoría se quedan por el camino y terminan volviendo a casa, o quedándose en la ciudad cambiando de carrera. Otras incluso consiguen triunfar después de haber pasado por los clubes más sucios de la ciudad, aprendiendo mucho por el camino. Allí, en estas salas eróticas, las chicas realizan pole dance o striptease, pero también hay lugar para el lap dance. Se trata de un baile mucho más íntimo, que se suele llevar a cabo en un reservado o incluso en la habitación del hotel del cliente que paga… La chica se acerca mucho más a él, le baila justo delante, en el regazo, consiguiendo que la excitación sea absoluta. El lap dance no es un baile cualquiera, y desde luego, supone un paso más en la intención sexual que cualquiera de las otras danzas que conocemos.
Lap Dance es una expresión anglosajona que se podría traducir literalmente por “baile de regazo”, debido al contacto con esta parte del cuerpo del cliente que tiene la bailarina. Lo habitual es que sean las chicas los que lo lleven a cabo, aunque también los hombres pueden realizar lap dance sobre mujeres y hombres. Es un baile muy sensual que suele realizarse en privado, o delante de más gente, pero a un solo afortunado. La bailarina lo escoge y lo sienta en una silla, bailando muy cerca de él, llegando incluso a sentarse sobre sus piernas, ya semidesnuda, para un contacto más sugerente. El Lap Dance nació en los clubes de Las Vegas, donde las chicas buscaban bailes más ardientes para conseguir mejores propinas. En los últimos años se ha extendido muchísimo por todo el mundo.
Las bailarinas de lap dance suelen ser expertas en bailes sensuales, en movimientos muy ardientes y morbosos que incluso llegan a entrar en contacto con el cuerpo del chico, algo que no suele pasar ni en el striptease ni en el pole dance. Combinando técnicas de esas otras dos disciplinas, la bailarina de lap dance suele ser mucho más directa y permitir el contacto con el chico para el que está bailando. Él ha pagado por un baile privado, que suele prolongarse lo que dura la canción escogida, unos tres minutos. En ese periodo, la chica va quitándose la ropa alrededor del chico y llega a sentarse en su regazo. En muchas ocasiones, permite que él toque sus pechos y el resto de su cuerpo, al ser un baile mucho más sexual. La connotación es clara.
Las bailarinas de lap dance están acostumbradas a ser tocadas por los hombres, pero siempre toman ellas el control de la situación. Hay bailarinas que prohíben el contacto no guiado, es decir, el que el propio hombre quiere realizar sin su consentimiento. Es ella la que coge las manos del cliente y las guía hacia donde puede ponerlas. En ocasiones, también hay lap dances en los que la chica desnuda en parte al cliente, para que el contacto piel con piel sea aún más directo. Este tipo de bailes se han popularizado mucho más allá de los clubes, en fiestas y despedidas de soltero. Es algo muy habitual para regalar al novio que va a casarse, a ese amigo que está celebrando su cumpleaños, por ejemplo. Aunque el resto del público puede ver el baile, solo un afortunado puede disfrutarlo en sus carnes.
En ocasiones, las chicas que llevan a cabo estos bailes tan sensuales terminan realizando también otros servicios mucho más… íntimos. Cuando la bailarina se lleva al chico a un reservado, el baile ya está pagado, pero es cierto que en ocasiones, cuando él está ya muy excitado, ella puede aprovechar para proponerle sexo por una cantidad concreta. A veces se queda en una masturbación, otras llega al sexo oral y en algunos casos incluso hay penetración, todo dependiendo de lo que la chica ofrezca y el cliente quiera pagar. Al ser un baile con tanto roce, es habitual que el chico se excite tanto que tenga una erección. En ese estado, a la bailarina no le resulta nada complicado “convencerle” para tener algo más.
Esto convertiría a las chicas en prostitutas, al recibir dinero por tener sexo, aunque es cierto que muchas afirman que no se consideran como tal. Al fin y al cabo, son ellas las que eligen al cliente, y son ellas las que ponen los límites que pueden y no pueden traspasar. Sin embargo, cuando un cliente llega con mucho dinero por un baile de este tipo es natural que la chica termine haciendo algo más para ganar una cantidad mayor. Hay bailarinas de lap dance que se limitan a bailar, pero otras también llevan a cabo este tipo de servicios. También es muy habitual encontrar a chicas que empiezan en el porno realizando este tipo de bailes, para ganar un sobresueldo.
Ya hemos comentado que el porno está lleno de bailarinas exóticas, desde Sasha Grey a la imponente Jenna Jameson. Mujeres que en su momento realizaron lap dance y striptease para ganarse la vida, y muchas veces, como paso previo a entrar en la industria de la pornografía. Pero vamos más allá a la hora de conocer a chicas que han hecho lap dance para encontrar a gente como Cardi B o Tokischa, cantantes muy reconocidas actualmente que en sus comienzos realizaron este tipo de bailes. También Rihanna afirmó haber realizado estos bailes, aunque en su caso era algo más privado con sus parejas. En el cine hemos visto a muchas actrices realizar esta danza sexual, desde Salma Hayek a Elizabeth Berkley, en aquella mítica película que los puso tan de moda, Showgirls.
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